Las tablas recién encoladas tienen una superficie relativamente desigual. Las razones de esto pueden ser la desalineación durante el encolado, un cepillado de las superficies poco preciso, curvatura de las láminas o fugas de cola. Por lo tanto, las superficies superior e inferior se alisan antes de su procesamiento posterior y las tablas se llevan a un grosor uniforme. Este paso del proceso se llama calibrado.
Para el calibrado, se puede utilizar una cepilladora. Sin embargo, esto requiere una anchura de trabajo relativamente grande para poder mecanizar tableros anchos. No todas las máquinas cepilladoras están equipadas de manera adeucada. Debido al proceso de mecanizado, una cepilladora puede lograr un gran arranque de material en una sola pasada.
Sin embargo, lo que está más extendido son las lijadoras de banda ancha que, además de las unidades de lijado, están equipadas con uno o incluso varios rodillos de calibrado. Estas lijadoras de banda ancha especiales también se llaman lijadoras de calibrado. Aseguran una alta calidad de superficie debido al propio proceso de lijado. La máxima eliminación de material posible depende del número de grupos; es posible que las piezas de trabajo tengan que pasar por la máquina varias veces.
Para satisfacer las altas exigencias de rendimiento y calidad de la superficie, se ofrecen lijadoras de calibrado que están equipadas adicionalmente con una unidad de cepillado.