Escaleras de madera

La mayoría de las escaleras de madera son de madera maciza con un grosor de varios centímetros. A menudo se utiliza una madera dura como la haya, el arce o el roble. La materia prima para esto es madera aserrada seca en forma de tablas o tablones. Las piezas en bruto de los peldaños y las zancas de las escaleras se encolan individualmente a partir de láminas en forma de tira, lo que optimiza el rendimiento del material y permite lograr un aspecto atractivo.

Si se desea evitar el largo proceso de encolado, se pueden usar alternativamente tableros de madera maciza acabados que están disponibles en el comercio. Este procedimiento causa un mayor desperdicio de material y compromisos estéticos.

Para economizar la preciada madera maciza, los fabricantes especializados utilizan también una estructura multicapa de diferentes materiales para los peldaños de las escaleras: las superficies visibles consisten en una capa delgada de madera maciza, mientras que en el núcleo se utiliza un material a base de madera, por ejemplo, madera contrachapada o tableros de fibra.

Las escaleras de madera maciza suelen estar hechas de tablas compuestas de piezas de madera más pequeñas, de pocos defectos o libres de defectos. Las tablas de madera secas se cortan primero en láminas, se separan los defectos de la madera y se encolan las láminas más pequeñas para formar grandes paneles.

La mayoría de los fabricantes de escaleras compran la madera cortada en forma de tablas en estado seco.

A menudo, los paneles se encolan individualmente para un peldaño o una zanca específicos, minimizando la sección en los bordes y creando una apariencia atractiva. Alternativamente, se utilizan placas más grandes, que se compran a otros fabricantes. Este procedimiento causa un mayor desperdicio.