La superficie impresa es todavía frágil y, si se deja desprotegida, no puede soportar las cargas de un revestimiento de suelo. Debe ser protegido de los arañazos, la humedad y la suciedad por una capa transparente de resina o barniz.
Se dispone de varias tecnologías para aplicar la resina o el barniz. La resina puede ser curada químicamente por presión y temperatura en un corto ciclo de prensado. Las capas de barniz se aplican con una máquina aplicadora de rodillos. Normalmente la capa protectora está formada por varias capas.